jueves, 8 de octubre de 2009

Iniciativas: Obelisco Porteño “Embanderado”


Por: Luis Ammann
El obelisco que corta la Avenida 9 de julio y la calle Corrientes es la cúspide de esa trilogía que conforma con las dos vías de tránsito. Que si una es la avenida más larga del mundo -que no lo es- que si la otra es la calle que nunca duerme, donde las librerías están abiertas en la noche -cosa que se puede decir de varias capitales en el mundo- que si el obelisco es el símbolo fálico de Buenos Aires, que si esto y lo otro, el caso es que del obelisco siempre se habla.
Para los que vivimos en la zona y la recorremos habitualmente no nos resulta extraño ver turistas extranjeros y provincianos madrugando los domingos para sacarse fotos en el medio de las dos calles, o de cualquiera de ellas, pero siempre con el monumento erecto a sus espaldas.
La plaza de la República, nombre que recibe un hemisferio partido -por el obelisco- en dos segmentos discontinuos es un escenario donde se han hecho todo tipo de actividades: desde homenajes a algo o alguien hasta la exhibición de cientos de cuerpos desnudos para una publicidad, pasando por actos políticos multitudinarios, conciertos, o presentaciones de religiosos multimediáticos Sea lo que fuere que se haga en el obelisco o en la plaza que lo circunda, el gobierno de la ciudad es el que abre o cierra el grifo de los permisos. Sin objetividad alguna. El 2 de octubre, por ejemplo, intentó impedir que se colocaran mesas informativas de la Marcha Mundial.
Por su valor simbólico, su carácter exclusivo y su valiosa ubicación -se ve desde los cuatro puntos cardinales- es el lugar ideal para difundir una imagen. Así lo han entendido un grupo de jóvenes humanistas que, por iniciativa propia, colgaron la mañana del día 7 un bandera de 50 metros. Sobre fondo naranja, con letras negras se leía Marcha Mundial por la Paz y la No violencia, dibujo del mundo incluido. Firmado Movimiento Humanista. Nos apresuramos a decir que aunque no hayamos participado, desde el Partido Humanista manifestamos nuestra solidaridad con los muchachos.
Es imprescindible destacar que esta acción audaz fue sin violencia. El candado de la reja perimetral y el de la puerta que da acceso a la escalera interior estaban abiertos -no sabemos si los jóvenes lo encontraron así- pero no había señales de forzamiento, no hubo pintadas que afectaran la sacralidad del monumento y los chicos tuvieron cuidado de no pisar los canteros.
La acción estuvo destinada a concitar la atención de la gente. Sabemos que cuando se está dormido, el estímulo debe ser fuerte para romper el umbral de la conciencia y caer en cuenta de que hay un mensaje. Hay muchos -personas, instituciones, medios de información- que hoy cayeron en cuenta de que el día 2 de octubre comenzó la marcha Mundial por la Paz y la No violencia. Una marcha que procura formar opinión pública e influir desde allí en los gobiernos del mundo para que terminen con la amenaza del armamento nuclear, para que se retiren de los territorios ocupados militarmente, para que empiecen un desarme progresivo, para que comprendan que la violencia -en sus múltiples formas- es la amalgama de este sistema injusto y suicida que nos mantiene en la pre-historia.
El obelisco lució hermoso durante una hora aproximadamente hasta que los policías bajaron la bandera. Los muchachos se entregaron sin resistencia alguna, tampoco fueron molestados por la policía pero hasta esta tarde-noche no se les había devuelto la libertad de circular. La libertad de expresión -negada por el sistema violento- se había abierto paso al impulso de una libertad interior que no es sólo producto de la juventud sino de los ideales humanistas. Gracias Paola, Alejandro, Rodrigo, Diego y Nicolás por este "Banderazo" contra la Violencia.
http://www.youtube.com/watch?v=FDp4DDsFDhI

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